El Monte Salève, situado a unos 7 kms al sureste de Ginebra, domina la ciudad aunque está situado en territorio francés. Sin embargo, por su proximidad a la ciudad y por su valor paisajístico se ha convertido en un lugar privilegiado para paseos y excursiones. La mejor forma de llegar hasta arriba, hasta Les Très Arbres, a unos 1.100 metros de altitud, es el teleférico. El mismo se puede coger cerca de Veyrier. También es posible llegar en coche o en taxi, pero esto es más costoso.
Una vez arriba, desde el lado noroccidental podremos disfrutar una espectacular vista de Ginebra. Se puede ver sin problemas el Jet d’eau y otros lugares típicos de la ciudad. Evidentemente se puede ver el increíble Lago Lemán casi hasta donde alcanza la vista. Desde el lado meridional podremos ver los montes de Saboya y el lago de Annecy. Merece la pena subir tanto de día como de noche.
Se practica escalada, marcha, ciclismo de montaña, parapente, ala delta, aeromodelismo. En el puerto de la Croisette se puede practicar incluso esquí. No dejes de visitar el Monte Salève si paras en Ginebra. Tanto si eres amante de la naturaleza como si eres un urbanita. Es el mejor mirador que tiene la ciudad y las vistas son increíbles.
La mejor panorámica desde el Monte Salève
Una vez en la cima, los visitantes son recibidos por una impresionante vista panorámica que abarca Ginebra, el lago Lemán y los Alpes en la distancia. En días despejados, es posible avistar el Mont Blanc, la montaña más alta de Europa occidental. El Salève es un destino popular para hacer senderismo, y hay numerosas rutas bien señalizadas que permiten a los excursionistas explorar la belleza natural de la montaña.
Muchos aventureros se lanzan desde la cima de la montaña para disfrutar de un emocionante vuelo sobre la región. El Salève ofrece un entorno tranquilo y relajante, lo que lo convierte en un lugar ideal para un día de escapada desde la ciudad.